El pay-per-use es un modelo de consumo que cada vez gana más relevancia, haciendo la competencia a la compra o alquiler tradicional. En este post te contamos más sobre este modelo y sobre las ventajas de aplicarlo a la oficina o espacio de trabajo de tu empresa.
¿Qué es el pay-per-use?
El pay-per-use (PPU) es un modelo en el que el consumidor paga por usar un producto o servicio, en vez de comprarlo. De este modo, la propiedad (y por tanto, la responsabilidad) del bien de mercado recae sobre la empresa propietaria, y no sobre el consumidor.
El consumidor, por su parte, paga más o menos según el uso que le dé al producto o servicio. Por este motivo, a medida que la tecnología avanza para ‘trackear’ o registrar el uso, los modelos pay-per-use comienzan a despuntar.
Un ejemplo de pay-per-use son los coches, bicicletas o patinetes eléctricos que se pueden encontrar en muchas ciudades, en los que se paga por uso. También es habitual utilizar modelos de pay-per-use en servicios de cloud computing, en los que se paga según los recursos usados.
Paga por lo que usas, también en la oficina
Pagar según el uso del espacio también es posible en los nuevos modelos flexibles de First Workplaces. A diferencia de un alquiler o compra tradicional, no existen desembolsos o fianzas iniciales.
Con nuestros Planes FLEX tus colaboradores o empleados podrán trabajar en todas nuestras oficinas, cuando quieran, como quieran y desde el centro First que quieran, gracias a un sistema de pago por créditos, que se gastan según el uso del espacio. Por ejemplo, 1 día en oficina privada corresponde a 4 créditos; un día en shared office, a 2 créditos; y 1 hora de sala de reuniones privada, a 1 crédito. De este modo, se puede ir adecuando el uso del espacio para cubrir las necesidades de la plantilla.
Además, nuestras apps Check-in First y Meet-in-First (que permiten reservar con antelación puestos de trabajo y salas de reuniones, respectivamente) permiten hacer un seguimiento de los recursos usados, para pagar en función de ello.
Ventajas del pay-per-use en oficinas
1. Más flexibilidad. Este modelo se adapta continuamente a las necesidades de la empresa, en la actualidad más cambiantes que nunca. Así, si se necesitan reservar más puestos de trabajo o más horas en salas de reuniones, se pueden aumentar. Lo mismo cuando se disminuye el uso: también disminuye el coste.
2. Menos responsabilidades. Se evitan las responsabilidades inherentes a la posesión del producto/servicio como los desembolsos por mantenimiento de la oficina/edificio, gestión de servicios asociados, etc. Menos preocupaciones significa más tiempo para centrarse en lo realmente importante.
3. Optimización de costes. El pay-per-use permite optimizar los costes, convirtiendo los gastos fijos en variables, lo que permite a las empresas utilizar mejor sus recursos y no pagar por un espacio que no necesitan.
4. Transparencia. Los sistemas pay-per-use hacen que sea fácil monitorizar el uso real..
5. Mejora constante de productos/servicios. En el modelo pay-per-use, las compañías tienen que ganarse la lealtad de sus clientes, ya que no compran el producto o servicio como tal. Por eso, las compañías con modelo pay-per-use deben esforzarse continuamente ofreciendo innovaciones y mejorando lo que ofrecen, para evitar así que sus clientes dejen de serlo. Esta innovación y mejora constante beneficia a los consumidores pay-per-use.
¿Estás pensando en un modelo pay-per-use para tu oficina o espacio de trabajo? Contacta con nuestro equipo y nuestros expertos te asesorarán sin compromiso sobre la solución que mejor se adapta a tus necesidades y a las de tu empresa.
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